Otto, llegó a mis brazos con 2 meses de vida, sólo como amigos, él pertenecía a otra familia. Venia a verme a menudo a casa. Yo estaba locamente enamorada de él, pero en casa ya teníamos otra perrita, Mel, Mel tenia 10 años cuando se conocieron con Otto.
Estas imagenes de Otto son de su primera noche buena.
No fue una muy buena entrada, ya que Mel es celosilla, y no le hizo mucha gracia que Otto viniera a vernos de vez en cuando.
Otto y Mel en uno de sus primeros reencuentros
Otto no llegó a ser mi familia hasta sus 11 meses de vida, dónde se mudó a vivir conmigo a Vic, y emezó su nueva vida, llena de energía, de plenitud, de cariño, de amistades (tanto perrunas como humanas), de disciplina, obediencia, libertad y sobretodo amor, mucho amor.
Otto uno de sus primeros días en Vic, en el pipican.
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